Después de tanto tiempo sin escribir por aquí ya tenía ganas… y que mejor forma que contaros el viaje que cambió mi vida para siempre. Harto de tanto COVID y no poder salir de casa, siempre está bien pensar en algo positivo (además que necesito escribirlo para que me den un regalo…).
Este viaje comenzó en el 2007, cuando siendo yo un polluelo, me dirigí a Soria a realizar las prácticas de monitor con el grupo scout XII Linajes. Ese grupo de personas, tan especiales ahora para mí, me acogieron como nadie en mi vida, y han contribuido a lo que soy hoy en día (para lo bueno y para lo malo, jeje). Pero iremos poco a poco, porque son demasiadas cosas, demasiados recuerdos galopan por mi mente a una velocidad estratosférica. Y aunque seguro que hay alguno malo, creo que todos han contribuido de forma positiva en mi vida, a tal punto de cambiarla para siempre.
En estos años es donde he forjado amistades muy grandes con personas que, aun estado lejos, las considero mis amigas y siempre estaré ahí para ellas. Por no hablar de los educandos… esos niños que han tenido que soportar mis tonterías durante muchos años, y que hoy en día, algunos de ellos se han convertido en grandes amigos.
Para los que dicen que los scouts son solo vender galletitas, no saben lo que dicen. Este gran viaje habla de amistad, ayuda, anécdotas, amor, infinidad de tiempo arreglando el mundo… Cada vez que un padre o madre me pregunta que son los scouts, no sé qué responderle, me parece una de las preguntas más difíciles que existen, y tan fácil a la vez…
No he tenido campamento en el que no hayamos intentado arreglar el mundo por la noche y que se nos hiciese de día o jugando y riéndome con mis compañeros.
También hemos tenido salidas nocturnas, porque los niños no siempre quieren portarse bien, y les ha tocado salir a correr, o cavar el pozo de aguas… además en todos los campamentos de verano, tenemos noches de lluvia, mis favoritas. Son las más divertidas porque siempre pasan cosas, o bien te toca salir a cavar zanjas porque las tiendas se inundan, o porque hay niñas que piensas que la vaselina impermeabiliza, entonces les empieza a llover por dentro y toca desalojar, cual Hagrid con la linterna. Pero al regresar al saco, tumbarte destrozado y escuchar las gotas golpeando en el toldo de la tienda puede ser una de las mejores sensaciones que existen.
Algo que me encanta hacer los últimos días de los campamentos, es parar un momento y mirar a mi alrededor, solo un rato, simplemente mirando todo lo que se ha conseguido. Los niños jugando, aprendiendo, construyendo; los cocineros charlando sobre la vida mientras nos hacen la cena; todos haciendo cosas, ajenos al mundo exterior, solo disfrutando del momento… entonces solo inspiro profundo y “respiro campamento”.
Eso es solo una ínfima parte de las cosas que me han pasado (prepara trampas para animales, gymkanas guarras, juegos limites…), creo que debería escribir un libro solo con las anécdotas y con todo lo que aprendido de ello… pero lo más importante, es que en los scouts conocí a la mujer de mi vida, la persona con la que he decidido construir un proyecto de futuro y que por fin este año nos casamos.
Todo el mundo cuando nos pregunta donde nos conocimos, siempre decimos orgullosos que ¡en los scouts! Y puede ser la mejor decisión que he tomado en mi vida, realizar mis prácticas de monitor en Soria.
Es increíble como una pequeña decisión puede cambiar toda tu vida, vas viajando por ella tomando pequeñas decisiones y solo cuando te paras un segundo a pensar y las miras con perspectiva te das cuenta de lo importante que fueron al final (por eso es tan importante “respirar campamento”).
Siempre estaré agradecido a esas personas que me acogieron sin conocerme de nada y aportaron tanto a mi vida, por eso a día de hoy sigo en ese gran viaje que es mi vida scout. Intentando aportar todo lo que puedo, aunque sé que jamás llegara a igualar todo lo que me llevo… experiencias, lecciones, madurez, amigos, el amor de mi vida,…
Desde aquí solo puedo daros las gracias a todos y deciros que siempre estaré cuando lo necesitéis.
Y que espero un gran regalo de boda después de este post… jaja
¡Buena caza y largas lunas!